Sexualidad en la menopausia

Mi amiga Manuela está desesperada porque hace dos meses que compró su Satisfyer, el succionador de clítoris, por internet y todavía no le ha llegado. Cuando revisa el estado de su pedido, el proveedor le dice que está parado en la aduana desde hace más de cuatro semanas y ella se imagina, como poco, a unos cuantos agentes aduaneros desmontando y probando su ansiada nueva prenda de fondo de armario.

Manuela se separó de su marido hace unos meses. Ya no se entendían en nada y mucho menos en la cama. Así que, a partir de ahí, todo bien. Aunque ella todavía no se lo crea.

Se siente tan eufórica que no ha podido esperar a que su Satisfyer haya salido de la aduana y ha decidido entrar en una tienda a explorar otras formas, colores y opciones. También se ha creado una cuenta en una red social para conocer a otras personas. Es un mundo nuevo para ella y todavía no tiene ni idea del poder que se acaba de otorgar a sí misma activando su energía sexual. Comprarse un consolador y atreverse a probar el sexo con alguien nuevo después de tantos años ha sido el mayor acto de autoconocimiento que Manuela haya hecho jamás.

Y está a punto de saber que no hay vuelta atrás.

De hecho, antes de jugar con ella misma, pasó casi una década pensando que ya no tenía libido, cuando lo que en realidad lo que había perdido era la alegría de vivir. Desde que cumplió los 42 años, creyó que ya no volvería a ser la misma, que la perimenopausia estaba afectando a su actividad sexual, que todo era culpa suya, que sus hormonas lo manejaban todo y que ya no disfrutaría nunca más. Estaba muy equivocada.

Lo que nunca pensó fue que:

1- Los pensamientos pueden alterar el mecanismo de activación del deseo sexual.

Más allá de la falta de estrógenos, la actitud que una mujer tome ante la sexualidad, la idea del envejecimiento, su propósito de vida y alegría de vivir pueden condicionar la excitación y el deseo mucho más que el cambio hormonal en la perimenopausia y menopausia. Quizás estés llamando falta de libido a un periodo en el cual quieres destinar tu energía a otras cosas tales como; cuidarte, quererte, amarte, darte placer, crear, descansar, embellecerte, cultivarte o crecerte.

2- La pareja (si la tiene) juega un papel muy importante en la sexualidad en la menopausia.

O, dicho de otra manera: la pareja debe de entender de qué manera te excitas y cómo quieres disfrutar sexualmente. Y eso, debes de ser capaz de explicárselo. Y si no lo entiende, quizás debas replantearte si esa es la pareja con la que quieres estar.

Si bien es cierto que la sexualidad cambia en la menopausia, el deseo no desaparece y es básico que sientas la libertad de expresarle a tu pareja la forma como quieres mantener relaciones sexuales. De modo que el disfrute sea de ambos. Además de dar placer, también quieres recibirlo. Estoy segura de ello.

Hazte a ti misma las siguientes preguntas:

  • ¿Te excitas cuando piensas en tu pareja?
  • ¿Te excitas cuando piensas en otra persona que no es tu pareja?

Y te dejo a ti que saques tus propias conclusiones en relación a tu libido, a tu deseo sexual y a la culpa que le echas a la falta de hormonas…

3- Si te duele, busca solución.

No estás enferma, ni atrofiada, ni fuera del mercado. Estás pasando un proceso natural que también les sucede a los hombres. Deja de pensar que ya no sirves, o que no eres deseable o que ya nunca más podrás disfrutar del sexo.

Es cierto, a partir de la menopausia se produce un deterioro progresivo de los tejidos, sequedad de mucosas y por ello menos lubricación vaginal y deterioro del suelo pélvico. Que ello se debe al cambio hormonal, es cierto. Que algunos medicamentos tales como el uso prolongado de antidepresivos no favorecen a la salud vaginal y del suelo pélvico, también.

Y que todo ello tiene solución, también.

Aquí van algunas propuestas:
  • Uso de lubricantes a base de aceites esenciales.
  • Tratamientos con láser. Contáctame si quieres más información, trabajo con profesionales pioneras en el tema. Y te aseguro que es un gran mundo que puede cambiar el tuyo.
  • Tratamiento hormonal local
  • Tratamiento hormonal sustitutivo
  • Juegos preliminares, intimidad.

Mi amiga Manuela disfruta del sexo nuevamente. Se ha retocado la vagina con láser y otras soluciones que no me ha querido detallar, sabiendo que su Satisfyer le aportará mucho gozo cuando sea liberado de la aduana. Y, mientras eso no ocurre, goza con otro aparato y con otra pareja, que le prepara unas cenas tan exquisitas, románticas y sensuales que cuando llegan a la cama ella se sorprende de lo lubricada que está.

Manuela ha descubierto, al fin, que la falta de libido en la menopausia, no era ni tan falta, ni tan menopáusica. ¡Bien por Manuela!

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

¿Vamos juntas a por tu poder?

Síntomas de la menopausia: migraña

Síntomas de la menopausia: Migraña

Holaquetal, soy tu menopausia, tus hormonas están del revés y la migraña que sientes hoy, es mi mensaje.
Vamos a ver, amiga menopausia ¿qué mensaje?
¿Acaso pensabas que la menopausia solo se trataba de sofocos?
Pues sí… Explícamelo para que yo lo entienda, por favor.

Quiero, ahora y como casi siempre que escribo en este blog, compartirte un fragmento de mi libro Mi amiga Meno y yo, que espero que te sirva para comprender algo de lo que sucede en tu interior.

sintomas menopausia carla romagosa

“Bastantes veces, Meno se ha puesto pesada con los dolores. A mí me ha dolido todo el cuerpo, de una forma inesperada, repetida y distinta a cualquier otro dolor que haya tenido antes. Cuando le da por retorcerme los ovarios, como si los estrujara para sacar unas últimas gotas, es para cabrearse bastante con ella. La migraña no ha estado nada mal tampoco, ni el dolor en el coxis, el estómago o las cervicales. Yo decía que cumplir los 40 me había sentado muy mal hasta que mi osteópata, Carme, Santa Carme, me interrelacionó todos los síntomas y las sensaciones con Meno, pues resulta que en cada uno de esos puntos de dolor hay glándulas que segregan hormonas importantes para regular el ciclo femenino. Lamenté muchísimo mi ignorancia en relación al cuerpo humano. Cada uno llega hasta donde llega y ya está. Por el camino, si nos va bien, nos podemos quedar con alguna que otra cosa. Yo a veces aprendo cosas y me las quedo solo un tiempo. Claro, mi amiga Meno también me ha enseñado a tener una buena memoria selectiva.

Estaba en los dolores y las glándulas, que las pobres intentan sacar hormonas, pero ya no es lo mismo. Yo me lo imagino así como un motor y por eso lo he llamado el ralentí hormonal. No arranca, no hay batería, se ahoga. Y, físicamente, esperas ese chute de hormonas que hace que la fiesta empiece de nuevo, para volver a comer, a fumar, a follar con muchas ganas, a crear y a darlo todo durante un mes.

Pero no pasa y todo es plano y duele. Y eso hace llorar. Mucho.”

“Estaba en los dolores y las glándulas, que las pobres intentan
sacar hormonas, pero ya no es lo mismo. Yo me lo imagino así
como un motor y por eso lo he llamado el ralentí hormonal. No arranca, no hay batería, se ahoga”

Al lío que la cosa se pone intensa y algunas amigas Meno no perdonan.
Recuerdo la primera vez que tuve un ataque de migraña y quise vivir en la cueva más oscura. Para siempre. Con ese nudo en el estómago, entre hambre o náuseas, pensando que debía de ser hambre pues comiendo parecía calmarse un rato. Solo un rato. Era mi premenopausia asomando cabrona, diciéndome:
Holaquetal, soy tu menopausia, tus hormonas están del revés y la migraña que sientes hoy, es mi mensaje.

Identifica aquellos elementos que suelen desencadenarte la migraña.
Y evítalos. Pueden ser: el estrés, la falta de descanso, un sueño irregular, el calor, la deshidratación, la excesiva exposición a la luz solar o a luz incandescente, el ruido, la música muy alta, los olores muy fuertes, una alimentación basada en alimentos procesados, muchos dulces, alcohol, tabaco o simplemente el cambio hormonal. Este último, más difícil de indentificar. Es uno de esas cosas que no nos cuentan y que engrosan la lista de síntomas de la menopausia.

Y aunque tu menopausia, tu cambio hormonal, te la desencadene, espero que estos pequeños consejos te ayuden a llevarla mejor y que con un cambio de estilo de vida y un tratamiento adecuado, logres sentirte bien.
Podemos trabajar juntas cuando quieras, elaborando tu plan personalizado hacia una menopausia feliz.

Identifica aquellos elementos que suelen desencadenarte la migraña.

Y evítalos. Puede ser el estrés, la falta de descanso, un sueño irregular, el calor, la deshidratación, la excesiva exposición a la luz solar o a luz incandescente, el ruido, la música muy alta, los olores muy fuertes, una alimentación basada en alimentos procesados, muchos dulces, alcohol, tabaco o simplemente el cambio hormonal.

Y estos son mis Meno consejos para sobrevivir a la migraña relacionada con el cambio hormonal de la perimenopausia (premenopausia) y menopausia.

1- Consulta con tu médico y elige el tratamiento adecuado. No te automediques.

Consulta a tu médico si sufres de dolor de cabeza o migrañas invalidantes y recurrentes. No me cansaré nunca de decir que no debes auto medicarte, ni seguir los consejos de tu vecina. Porque lo que sirve para ella, puede ser nocivo para ti. El origen de la migraña puede ser múltiple y solo un médico sabrá facilitarte los fármacos adecuados para tu migraña en la menopausia.
Si ya has implementado cambios en tu estilo de vida y aun así se siguen repitiendo estos episodios, busca ayuda para sentirte bien. Recuerda que sentirte bien es decisivo y que todo tiene solución.

2- Mantén una pauta de descanso regular.

Sé que muy probablemente tu amiga Meno te altera las noches y las pasas en vela. Y por ese mismo motivo, mi mayor consejo es que mantengas unas pautas de descanso: acuéstate a la misma hora cada día. Usa tapones y un antifaz. El antifaz te ayudará a descansar en la oscuridad y tu migraña te lo agradecerá. Los hay de distintos tamaños, grosores y colores.

3- Limita el uso de pantallas digitales

para darles un descanso a tus ojos y a tu cerebro, que ya recibe mucha información a lo largo del día. No añadamos el factor tensional a la migraña hormonal.

4- Hidrátate

La deshidratación puede desencadenarte una migraña. Si ya eres propensa a ello y, además, tu menopausia te la ha traído de regalo, lo mejor será que bebas más agua de lo habitual. Regularmente. Y en períodos de calor aun más, puesto que la deshidratación se produce con más facilidad. Y ojo al dato: agua, no refrescos ni bebidas azucaradas.

5- Terapias relacionadas con la respiración. Reduce el estrés.

Practica yoga, tai chi, meditación o cualquier otra terapia complementaria que te ayude a la relajación, te enseñe la importancia de la respiración y te de herramientas para controlar el estrés y saber mantenerte tranquila durante el episodio de migraña. Es decir, que cuando estés a oscuras, acostada, con el antifaz y los tapones, seas capaz de mantener la calma y dejar que pase. Recuerda que nada, absolutamente nada, dura para siempre.

6- Aliméntate de forma equilibrada, mantén un orden en las comidas.

Hablaremos de la dieta para la menopausia en otra ocasión, pero quédate con la idea de que debes de comer lo más natural posible y eliminar de tu dieta todos aquellos alimentos procesados, los dulces, el alcohol, el tabaco y las bebidas estimulantes. Evita el ayuno.

7- ¡Aléjate de la luz!

La luz incandescente o el exceso de exposición a la luz solar pueden desencadenarte una migraña. Evítalas, protégete con unas buenas gafas de sol y se prudente. Si sabes que puedes sufrir migraña, es mejor que no te arriesgues.

En este vídeo encontrarás la entrevista a Patricia Ripoll @mamatienemigraña, que padece migraña crónica desde los 7 años y no spaortó múltiples consejos en el Meno Monday del pasado lunes 18/1/21.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

¿Vamos juntas a por tu poder?

Menopausia: Florezco o envejezco

Ayer celebramos el 50 cumpleaños de mi amiga María en una fiesta bastante bonita delante del mar.

Una de las chicas propuso que lleváramos una flor en el pelo. Yo pensé que eso iba a ser un desastre y que más que guapas y diferenciadas íbamos a parecer floripondios. El tema derivó de flor natural a una pequeña pinza con una florecita artificial pegada a esta. De tal manera que, en lugar de ponérmela en el pelo, la pude pegar a modo de aguja de pecho. Ni tan mal, oye. Recordé lo poco creativa que soy con la moda y como me gusta camuflarlo bajo el minimalismo, que nunca falla. A mi, el minimalismo me ha sentado de maravilla para aprender a vivir la menopausia mucho mejor, pues te aseguro que, mi menopausia y yo usamos comida minimalista, pasando de las salsas, reduciendo cantidades. Y, además, minimizamos las relaciones que no nos gustan. También gozamos maximizando aquellas que nos hacen explotar el corazón y la risa, abusamos de los colores, del aire libre, del descanso y del sol. Y a veces, de las aceitunas.

 

A mi, el minimalismo me ha sentado de maravilla

para aprender a vivir la menopausia mucho mejor,

pues te aseguro que, mi menopausia y yo usamos comida minimalista,

 pasando de las salsas, reduciendo cantidades.

Y, además, minimizamos las relaciones que no nos gustan.

 

En la fiesta de María hubo lo que toca, es decir de todo y en exceso para una celebración de la vida: canapés, jamón, sofocos, abrazos, baile, risas, sofocos, lágrimas, alguna baja por ansiedad, más sofocos y bastante desparpajo. Que no se nos olvide tanto que, dentro del orden, del minimalismo, del nuevo estilo de vida que Meno nos pide, a veces, hay dejarse llevar, perder la vergüenza y ser tal cual somos. Esta es, sin duda alguna, una de las grandes oportunidades que la menopausia nos da. El final de la vida regida por el ciclo y el principio de una larga vida que solamente depende de nosotras mismas. De ti. Porque eres tu y tus decisiones. Y no tu y tus hormonas. ¿Lo sabías?

Lo bueno de llevar años hablando sobre menopausia es que tengo a mis amigas entrenadas y eso hace las conversaciones más sencillas y las excusas más sinceras.

Lo cierto es que una de las frases que más veces se repite cuando hablamos de menopausia con mis amigas es esta: “no quiero envejecer”.

Y así, siempre abrimos debate…

¿La menopausia: miedo a envejecer?

¡Si piensas así, pues así será!

Comparto contigo este fragmento de mi libro, buscando tu empatía y cediéndote la mía.

“Imaginaba que, si ya me sentía como una morsa sin libido, además, iba a tener veinte años antes las arrugas de una mujer de 60. Y peor que las arrugas, un organismo mucho más viejo del que me correspondía. Lo único que sabía que podía relacionar con Meno era la osteoporosis, y en una fase de paranoia hipocondríaca llegué a soñar que se me rompían los huesos.

Todo encajaba. Mis sueños, la medicina, Google el autodidacta y mi fantasía. Peligrosa combinación. Yo solita me monté la película de que si los tejidos envejecen es porque se secan al perder la protección de los estrógenos, que son la principal hormona de la mujer. Imaginaba a mis órganos secándose por dentro y por capas llegando hasta la piel, como si las arrugas fueran solo el resultado de un cuerpo seco en el interior. Y lo seco significa menos vida. Así de resumido y dramático. O dramático por resumido.

Pedí cita con mi ginecóloga y me tranquilizó. Me contó que en el cuerpo humano hay muchas otras hormonas que se dedican a regular cada una de las funciones del organismo. Que Meno tiene parte, pero que no es la culpable de todo. Que, si bien es cierto que fertilidad es sinónimo de juventud, el hecho de no ser fértil no tiene tanto que ver con el envejecimiento general del organismo.”

Mi amiga Amparo es exuberante y no escatima ni en adornos ni en micro conjuntos, pues es de las que se pinta las uñas del mismo color que la piedra de los pendientes, que, a su vez, conjunta con la hebilla del cinturón.

En realidad, es guapa ella sola, quiero decir, “minimalisticamente” hablando, aunque insista en adornarse tanto. Con los años que hace que la conozco he descubierto que, no es que se adorne porque sin los accesorios se vea mal, sino que el proceso de visión y puesta a punto de cada conjunto es para ella, el mejor ritual de autocuidado que puede regalarse a diario. Una especie de ritual de belleza de acuerdo con sus parámetros estéticos.

Amparo tiene pánico a envejecer y yo creo que es por eso que se adorna tanto. Se sabe una señora, goza como una niña y se ama mucho. Es difícil que alguien le pase por encima, sabe defenderse.

Lo de la menopausia lo lleva así más o menos. Le molestan mucho los sofocos y aun no ha aprendido a renunciar a determinados tejidos, pues para ella el conjunto y la moda son lo prioritario.

Amparo, a pesar de todo, siempre florece. Y esa actitud hace que parezca que no envejece. Porque tal y como escribí, y como me dijo mi ginecóloga, el hecho de estar con la menopausia “no tiene tanto que ver con el envejecimiento general del organismo”.

Creo que voy a tener que poner en práctica mi propio ritual, saltándome mi cobardía minimalista con la moda.

¿Has pensado tú lo que vas a hacer para florecer?

Yo te acompaño, pongamos algunas ideas en orden para que florezcas, desmontes todos los tabúes sobre la menopausia y la vivas como la gran oportunidad que mereces.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

 

Premenopausia, la fase previa a la menopausia.

Una palabra que no te esperas.

Recupero aquí algo importante que todas debemos de saber. Se trata de conocer las fases y síntomas de la menopausia, comprender que la menopausia, de modo natural, es un proceso en el que podemos experimentar cambios físicos y psicológicos, que algunas mujeres vivimos de manera incómoda.

premenopausia

Aproximadamente a partir de los 40 años, las mujeres iniciamos un período que se conoce como climaterio. El climaterio incluye, tanto las fases previas a la menopausia como las posteriores.  A la fase previa se le llama perimenopausia o premenopausia. En esta fase aun ovulamos, nos sentimos inmortales y pensamos que la menopausia no va con nosotras. Lo cierto, es que ya se están produciendo cambios en nuestro interior, del mismo modo que le ocurre a una niña durante los años previos a tener su primera regla y entrar en la adolescencia. A los hombres también les pasa, aunque un poco más tarde, alrededor de los 45 años, de forma menos brusca y sin tener la regla como referencia o punto final de su fertilidad.

La edad media de inicio de la menopausia en España está en torno a los 51 años. Se considera que una mujer ha entrado en la menopausia después de 12 meses consecutivos sin tener la regla. Pasados estos 12 meses, y durante los 10 años siguientes, la mujer está en la menopausia. 10 años después, entra en la etapa de postmenopausia temprana durante otra década, para pasar a la postmenopausia tardía que inicia el camino hacia la senectud.

Premenopausia, una palabra que no te esperas:

Una vez me contactó Mario, la pareja de Cristina, una chica de 41 años. Mario, estaba profundamente enamorado de ella y, además, se sentía muy preocupado desde que ella le contó sobre su última visita al médico. El solicitó mis servicios porque quería informarse y saber cómo podía apoyar a Cristina en este proceso. ¡Bravo por Mario! Lo cierto, es que no esperaban oír la palabra premenopausia a los 41 años y menos cuando buscaban tener un segundo hijo.

Ella, estaba devastada porque el doctor le había dicho que “tenía premenopausia”. Estaba en shock. Y ni siguiera sabía lo que significaba. Muy probablemente, lo que su médico le dijo fue:

  • Estás empezando una fase vital que se llama perimenopausia, considerada como los años previos a la pérdida de la regla. Puede durar unos cuantos años, no se sabe, porque cada mujer es distinta. Tranquila, aun vas a ovular durante un tiempo más.

Pero Cristina no escuchó lo que oía y además le añadió el “tenía” a la palabra que no esperaba oír jamás, otorgándole poderes relacionados con: “me hago vieja antes de tiempo”, “ya no podré ser madre o, “¿qué significa todo esto?”.

Me gusta el reto de darle la vuelta a la tortilla. El reto de ayudar a comprender que la que tiene el poder en la menopausia eres tú. Y que vas a alcanzar más poder del que imaginas, siempre y cuando estés dispuesta a quererte, a cuidarte y a crecer maravillosamente, sin miedo.

Y esto fue lo que le conté a Cristina:

¿Cuánto dura la premenopausia o perimenopausia?

Que estés en la fase de la premenopausia no significa que vayas a dejar de tener la regla enseguida. No necesariamente. La fase de la premenopausia puede durar de 2 a 7 años antes de entrar en menopausia. De modo que la puedes considerar una oportunidad de oro para tomar consciencia de tu cuerpo, de tu salud y sentar las bases para tu nuevo estilo de vida saludable. Sé que me repito, pero resulta que ya en la perimenopausia puedes experimentar algunos síntomas que pueden llegar a resultar bastante incómodos. Además, debes de saber que estos síntomas suelen ser comunes a la menopausia y que, aunque la lista es larga, conviene que no te asustes. Más que nada porque no todas las mujeres los sufren de la misma manera ni con la misma intensidad y también porque hay mujeres que tienen la suerte de no sentir absolutamente nada.

Síntomas y tratamiento de la premenopausia:

  1. Insomnio:

El sueño es esencial para el buen funcionamiento del organismo, pues este se regenera mientras dormimos. Vivimos rodeados de impulsos que nos alteran y el estrés es uno de ellos. Despertarme durante la noche ha sido uno de mis peores síntomas durante la premenopausia y la menopausia. Reconozco que me costó mucho encontrar la manera de mantener la calma, sin dejarme llevar por los pensamientos. Aprendí a gestionar el estrés y todo mejoró poquito a poco.

Te recomiendo que uses ropa de cama y pijamas de tejidos naturales, como por ejemplo algodón o lino. Que realices ejercicios de respiración antes acostarte como, por ejemplo, Yin yoga. Si te desvelas durante la noche, es bueno que te quedes en la cama, acostada. Puede ser un buen momento para meditar realizando esos mismos ejercicios de relajación, escuchando el sonido de tu respiración. Aleja tu teléfono y otros dispositivos electrónicos de tu lugar de descanso.

Infusiones relajantes de melisa, pasiflora, valeriana son tus aliados más inocuos si optas por la vía natural.

Seguramente habrás oído hablar de la melatonina, que es una hormona que interviene en el ciclo natural del sueño. Algunos estudios científicos han concluido que, tomar suplementos de melatonina puede ayudar a aliviar el insomnio, pues los niveles naturales de melatonina en sangre son más altos por la noche. Así que tomarla puede significar un apoyo para que tu organismo recupere esos niveles. A diferencia de los medicamentos para dormir, la melatonina genera poca adicción en el corto plazo. Sin embargo, debes de tener presente que esta puede interactuar con algunos medicamentos tales como: los anticoagulantes y los medicamentos antiagregantes plaquetarios, anticonvulsivos, anticonceptivos, medicamentos para la diabetes o los medicamentos que inhiben el sistema inmunitario (inmunosupresores).

Si a pesar de cuidar del modo más natural posible tu entorno para descansar sigues sufriendo de insomnio, busca ayuda. Mi recomendación, una vez más, es que sea tu médico quien te de la pauta a seguir.

¡Y cuidado con la automedicación, aunque sea con plantas!

  1. Ansiedad:

Volvemos a la necesidad de construir herramientas para controlar el estrés, parar la mente y respirar. Puedes recurrir a medicamentos de síntesis o bien a fitoterapia. Aunque tus grandes aliados también pueden ser las terapias complementarias. Escoge entre todas aquellas relacionadas con la respiración y cuerpo-mente: yoga, meditación, tai chi. Hay estudios científicos que demuestran que dichas terapias complementarias pueden llegar a aliviar síntomas en mujeres con menopausia y postmenopausia, independientemente del uso del tratamiento hormonal sustitutivo. Ocurre lo mismo con la terapia psicológica.

Si quieres tomar un remedio natural para la ansiedad en la premenopausia, la maca es una buena opción, así como el hipérico o el lúpulo.

  1. Ciclos menstruales irregulares (trastornos regla premenopausia):

Entre los 40 y los 50 años aparecen las primeras señales de premenopausia. Una de ellas es la alteración de los ciclos menstruales. Estos pueden acortarse, alargarse y también cambiar la cantidad y las características del flujo. Puede resultar desconcertante y muchas mujeres tienden a relacionar los cambios en su menstruación a factores externos, tales como el estrés. ¡Cuánto nos cuesta asumir que vivimos en constante evolución!

  1. Incremento de la sudoración:

Sube la temperatura corporal, empiezan los sofocos. Una señal más del pulso hormonal, de los cambios que se están produciendo en el organismo. El metabolismo se ralentiza, así que dejar de fumar, evitar las bebidas estimulantes, revisar tu alimentación y realizar actividad física diaria te ayudará a poner un poco de orden fisiológico A nivel más práctico, te recomiendo que uses ropa más ligera y que te vistas por capas. ¡Nunca se sabe cuándo empezará el calor en pleno febrero!

  1. Cefaleas:

Consulta a tu médico si sufres de dolor de cabeza o migrañas invalidantes y recurrentes. Si ya has implementado cambios en tu estilo de vida y aun así se siguen repitiendo estos episodios, busca ayuda para sentirte bien. Recuerda que sentirte bien es decisivo y que todo tiene solución.

  1. Vértigo:

Esa sensación de que todo a tu alrededor se mueve, te marea y sientes náuseas puede deberse también al cambio hormonal en la perimenopausia. Mantén la calma y respeta tus horas de descanso. Frena, el cuerpo avisa que el ritmo de vida frenético que llevas no es el que necesitas. ¿Has escuchado ultimamente lo que tu cuerpo te quiere decir?

  1. Atrofia y sequedad vaginal:

Ya en la perimenopausia pueden aparecer los primeros síntomas de atrofia y sequedad vaginal. No tiene porque sucederte a ti, pero les ocurre a muchas mujeres. Las mucosas empiezan a secarse, la lubricación natural de la vagina deja de ser como antes, los tejidos de las paredes de la vagina se debilitan y ello produce escozor y relaciones sexuales muy dolorosas.  Prepárate manteniendo una vida física y sexualmente activa hasta ahora. El uso de lubricantes naturales, bolas chinas, ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico o un tratamiento hormonal local (tu médico sabrá lo que es necesario), son algunas de las pistas para preparar tu bienestar vaginal de cara a los años venideros.

  1. Falta de concentración:

Si ya sabes que estás en la fase de premenopausia, es un buen momento para empezar a simplificar cosas en tu vida. La falta de concentración es un hecho que se puede reconducir destinando tus energías a aquello que sea verdaderamente importante. Si además te acompaña una sensación de desmotivación y falta de ánimo generalizado, pues con más razón para tomar medidas antes de la menopausia.

  1. Depresión:

Algunos suplementos pueden ayudarte, también medicamentos. A veces tenemos que comprender que nuestro cuerpo es pura química, y que solo un medicamento puede ayudarnos a recuperar el equilibrio natural del organismo. Mi gran recomendación es que trates de incluir en tu dieta alimentos ricos en serotonina, la hormona de la felicidad. Por ejemplo:

  • Huevos
  • Pescado azul (a poder ser pequeno)
  • Carnes magras y blancas (pollo, pavo, conejo)
  • Lácteos
  • Legumbres
  • Cereales integrales
  • Frutos secos y semillas
  • Fruta (en especial plátano y piña)
  • Verdura
  • Chocolate negro

Es importante que te muevas y que te relaciones con personas que te motiven y que te hagan reír. ¡Un entorno social de calidad es una herramienta indispensable para tu salud!

En cuanto a los remedios naturales para la premenopausia, puedes optar por suplementos de triptófano, maca, infusiones o pastillas de hipérico o bien una pauta médica de cimicífuga e hipérico.

  1. Irritabilidad

Ante todo, mucha calma. Si no te reconoces a ti misma y has sido capaz de hacer esta reflexión, estás en el buen camino. Ya te he dado algunas pistas para reconducir tu estilo de vida, canalizar las energías, drenar las emociones y asumir que estás en un proceso que va a durar algunos años. Puedes quedarte pegada en el mal humor repentino o bien optar por herramientas de conocimiento personal, que te servirán para el resto de tu vida. Es el momento de acudir a terapia psicológica. De pasar tiempo a solas. Y de explicarle a tu entorno más cercano todo lo que acabas de leer sobre premenopausia.

Todo pasa y todo tiene solución. Solo tienes que encontrar la tuya, aquella que te haga sentir bien.

Palabra de amiga Meno: consejos para los sofocos en la menopausia

Sofocos menopausia : que es bueno para la premenopausia

Te quiero dar algunos consejos para aliviar los sofocos durante la menopausia, pero antes, déjame que te cuente lo que me pasó con mi último gran calor, en el año número 6 de mi vida sin la regla, en mi 6º año de menopausia. Justo cuando pensaba que ya era una prueba superada.

Salí de casa a las 8.45h. Pensé que la mañana era agradable, por fin fresca y otoñal. Me había vestido con una camisa negra que me hacía sentir sexy, un pantalón negro ligero, una cazadora de cuero negro y mis collares. Si me conoces, ya sabes, en mi rollo básico de siempre.

que es bueno para la premenopausia

Tenía que ir en metro hasta la estación de tren. El AVE a Lleida salía a las 9.24h, iba sobrada de tiempo, llegaba sin prisas. Y así fue. No corrí, te aseguro que no corrí. Aunque experimenté uno de los sofocos más intensos que he vivido en toda mi menopausia. De la nada.

Así pues, de pie, en ese vagón del metro de Barcelona, el calor me invadió de pies a cabeza. Visiblemente, descaradamente, sin ofrecerme la oportunidad de maniobrar. Ni una muda, ni una camiseta de recambio.

Recordé cuánto me habían afectado los sudores nocturnos también y las veces que había tenido que cambiar las sábanas para tratar de conciliar el sueño de nuevo. En realidad, esa fue sin duda la primera señal de mi premenopausia. Cuando esos calores nocturnos empezaron yo tenía 30 años, nadie me había contado nunca nada y lo mucho que podía pensar era que me había abrigado demasiado por miedo a pasar frío durante la noche.

De todos modos, mis sofocos siempre han sido ocasionales. Así que, allí en el metro, pensé en la suerte que había tenido sufriendo de depresión en la menopausia en lugar de sofocos continuos. Digo yo que por lo menos, la depresión me hizo descubrir mundos nuevos, aunque fuera pasando por submundos bien cabrones.

Los sofocos son así en la menopausia. Llegan sin avisar y te dejan con la ropa empapada, la cara de agobiada y un halo de resignación. Al fin y al cabo, resignarte es lo primero que te aconsejo que hagas. Puedes enfadarte. Aunque es mejor que asumas que, has tenido un sofoco, que tienes la menopausia y que, por ello, tu camisa, tus pantalones, tus bragas, tu sujetador, tu pelo, tus sábanas y tu pijama están empapados. Que quizás vayas a llegar así al trabajo o a tu cita y que probablemente te vuelva a pasar y te pille igual de desprevenida que a mí, ayer en el metro.

¿Cuánto duran los sofocos?

En otros artículos he ido contando las fases y síntomas de la menopausia. Y recupero aquí algo importante que todas debemos de saber.

A partir de los 40 años, todas las mujeres iniciamos un proceso de envejecimiento. Podemos considerar que, a partir de esa edad, estamos ya en perimenopausia, coloquialmente llamada premenopausia. En esta fase aun ovulamos, nos sentimos inmortales y pensamos que la menopausia no va con nosotras. Lo cierto, es que ya se están produciendo cambios en nuestro interior, del mismo modo que le ocurre a una niña durante los años previos a tener su primera regla y entrar en la adolescencia. A los hombres también les pasa, aunque un poco más tarde, alrededor de los 45 años, de forma menos brusca y sin tener la regla como referencia o punto final de su fertilidad. Y, por cierto, los hombres también sufren sofocos y calores.

Durante la etapa de la premenopausia, la mujer ya puede experimentar exactamente los mismos síntomas que se describen como síntomas de la menopausia. Y estos pueden extenderse hasta 10 o más años después de la última regla. Te lo voy a contar con un ejemplo extremo, el de María, de 48 años:

María tuvo sofocos a partir de los 40 años, quizás a los 45. Y su último sangrado natural, su última regla, fue a los 48. Pasados 12 meses desde su última regla, a los 49, podrá decir que ha entrado en menopausia. 10 años después, habrá entrado en postmenopausia temprana y podría ser que aun tuviera sofocos y calores de la menopausia. En total, si María no se cuida, si no cambia su estilo de vida, sigue fumando, tiene sobrepeso y no ha ido al médico, tiene todos los números para sufrir sofocos desde los 45 hasta los 59. Es decir, como mínimo, 14 años de sofocos para María…

Recuerdo que, en alguna conferencia que di, una mujer de más de 60 años me había contado que después de 15 años sin la regla aún se sofocaba sin más. Tenía sobrepeso, una vida sedentaria, comía guisos y platos con salsas por lo menos una vez a la semana y pensaba continuamente en la vida de sus hijos, cosa que le producía mucho estrés.

He recopilado algunas de las soluciones para los sofocos que le propuse a aquella mujer y hoy te las expongo aquí:

Como combatir la premenopausia:

consejos y remedios naturales para los sofocos:

  • Si quieres un remedio para los sofocos y los calores, tienes que saber que lo primero que debes de hacer es cambiar tu estilo de vida. Practicar deporte a diario, caminar, estar en forma y mantener una dieta saludable, libre de azúcares, sin alimentos procesados, sin salsas. Una dieta rica en frutas y verduras, legumbres, pescado azul pequeño y frutos secos.
  • Si tienes sobrepeso, ponte las pilas y quítate los kilos de más. ¿Sabías que se ha demostrado científicamente que, existe una relación directa entre la obesidad y los sofocos? El sobrepeso también empeora otros síntomas de la menopausia, como son la sequedad vaginal o el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
  • Bebe agua: Una buena hidratación te ayudarán con los sofocos y los calores.
  • Evita tomar bebidas estimulantes: café, alcohol, te, refrescos con cafeína.
  • Deja de fumar: los sofocos son lo que se llama un síntoma vasomotor. Es decir, que están relacionados con nuestro sistema circulatorio. Así que, cuanto más limpias estén tus venas y tus arterias, menos sofocos tendrás. El tabaco no sólo obstruye los pulmones, nuestro cuerpo está todo conectado.
  • Vístete por capas, con ropa de fibras naturales, como por ejemplo el algodón, el lino o la seda. El concepto de vestirse como una cebolla es práctico e interesante. Las camisas son una prenda bastante útil. Si quedas empapada en sudor, por lo menos irás con una prenda básica y elegante. A mi me funciona.

Tratamiento hormonal sustitutivo para los sofocos:

Un doctor me dijo una vez, que la única manera de sentirte como antes, es dándole al cuerpo hormonas de síntesis para sustituir las que tu cuerpo ya no produce. Tiene todo el sentido del mundo. Este argumento, fue el que me hizo tomar la decisión de usar hormonas para mi menopausia precoz. Porque, si bien es cierto que la menopausia es una etapa más en la vida, que no es una enfermedad, tener la menopausia antes de tiempo sí es una patología que te expone al riesgo de sufrir determinadas enfermedades. Tener una menopausia alrededor de los 50, es lo normal. Sin embargo, cuando esta se presenta con mucha sintomatología, hay que buscar soluciones.

No es necesario pasarlo mal. Te recuerdo aquí y ahora, la importancia de sentirte bien. Porque el bien es tan relativo como el malestar. Y el bien es decisivo. Habla con tu médico y busca tu bien.

Te invito a leer la entrevista que le hice al Dr. Pascual García Alfaro sobre el tratamiento hormonal sustitutivo. Entenderás que este tratamiento puede aliviarte los sofocos, que sus ventajas superan a los inconvenientes si este se utiliza de manera adecuada, lo más cerca del inicio de la menopausia, durante el tiempo y dosis determinadas que tu médico te paute.

Tratamientos naturales para los sofocos:

Sé que me repito, pero esto es importante: quien mejor te va a decir qué tratamiento te conviene, bien sea natural o no, es tu médico. Si no estás usando el Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS), quizás sea porque no te lo hayan recetado o bien porque eres de las mujeres que lo rechaza por miedo o por principios. Por lo tanto, buscas remedios naturales. Te dejo aquí algunas ideas con evidencia científica para los síntomas vasomotores: sofocos y calores en la menopausia.

Aunque pueda parecerte sorprendente, las bebidas calientes pueden ayudarte a mejorar los sofocos.

Algunas plantas son incompatibles con ciertos medicamentos, pudiendo inhibir los efectos de estos. Es el caso del Ginko Biloba (no recomendado para embarazadas o personas que se medican con Cintron, que es un medicamento anticoagulante de la sangre). Así que, nuevamente, deberás consultar con un profesional.

Las infusiones que te ayudan con la circulación:

Castaño de Indias, Ginko Biloba (embarazadas no y es incompatible con Cintron).

Las infusiones para los sofocos:

plantas reguladoras hormonales que contienen fitoestrógenos como, por ejemplo:

  • Sauzgatillo (agnus castus)
  • Salvia (salvia officinalis)
  • Melisa (melissa officinalis)
  • Kava (piper methysticum rhizoma)
  • Lúpulo (humulus lupulus L.)
  • Trébol rojo (Trifolium pretensión)
  • Soja (glycine max)

Pastillas para los sofocos de la menopausia:

La combinación de Cimicífuga Racemosa e Hipérico (Hierba de San Juan) tiene evidencia científica que demuestra su efectividad para el tratamiento de los sofocos, la ansiedad y la depresión en la menopausia. Sin embargo, hay que tener presente que las plantas también son farmacología, aunque algunas se vendan sin receta ni prospecto. Es el caso de la Cimicífuga Racemosa, que puede dañar el hígado, incluso si no eres una persona sensible para ello. Así que vuelvo al principio y te invito a que consultes tu mejor opción con tu médico y equipos de salud.

Se habla mucho de las isoflavonas de soja, del trébol e incluso de la onagra, entre muchas otras plantas que van y vienen poniéndose de moda. Y quiero contarte que en toda la revisión bibliográfica que he realizado sobre estudios científicos sobre fitoterapia para el tratamiento de los síntomas de la menopausia, todos los estudios concluyen que no existe suficiente base científica que demuestre la efectividad de estas plantas, ni siquiera para los sofocos. Es cierto que algunos estudios sobre las isoflavonas de soja dicen que estas indican una mejoría de los sofocos, pero esta no es significativa respecto al placebo.

En cuanto a otras plantas, los estudios concluyen que se necesitan más estudios, durante más tiempo y con tamaños de muestra mayores (con más mujeres) y también más consistentes (mujeres en menopausia o postmenopausia) antes de poder afirmar que estas plantas mejoran los síntomas de la menopausia.

Yoga, meditación y terapia psicológica para los sofocos de la menopausia:

Existen estudios científicos que demuestran que todas aquellas terapias cuerpo-mente relacionadas con la respiración, ayudan a reducir el estrés y son beneficiosas para aliviar los sofocos, entre otros síntomas de la menopausia. Practicar yoga y meditación para conectar con tu respiración, dar movilidad y flexibilidad al cuerpo, así como tener la oportunidad de contarle a un psicólogo todo aquello que te pesa, son pequeños cambios en tu estilo de vida que te recomiendo enormemente.

Sofocos nocturnos:

Los sofocos nocturnos son sin duda alguna los más pesados. Yo solía empapar las sábanas en sudor, especialmente durante mi premenopausia.

Mis recomendaciones son:

  • Realizar ejercicios de relajación antes de acostarte, como por ejemplo Yin Yoga.
  • Cenar ligero, sin salsas, sin condimentos, con cocciones suaves y sin tomar alcohol. Una sopa o una crema de verduras caliente es una buena opción para regular la temperatura corporal antes de acostarte.
  • No abrigarte en exceso. Usa pijamas de fibras naturales (algodón, seda, lino). Dormir desnuda también es una opción.
  • Regula la temperatura de la habitación. En invierno, yo prefiero apagar la calefacción antes de dormir.
  • Dormir en una habitación lo más ventilada posible.
  • Tener un juego de sábanas a mano por si tienes que cambiarlas.

Espero que este artículo te haya ayudado a entender que tener o no sofocos en la menopausia depende mucho de ti, que la dieta, el ejercicio físico y los hábitos saludables son imprescindibles en la menopausia. Que debes de acudir al médico, pues todo tiene sus dosis y cada cuerpo es distinto.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

 

 

 

 

Ayurveda y Menopausia

Qué es la filosofía Ayurveda?

Ayurveda es una ciencia, un sistema de salud autóctono de la India que está vigente desde hace más de 5000 años.  Su nombre viene del sánscrito “ayu” vida, y “veda” conocimiento o ciencia.  Por tanto, Ayurveda es el conocimiento o ciencia de la vida.

¿Qué aspectos de la salud abarca? Holístico? Nutricional? Espiritual?

Ayurveda es un conjunto de conocimientos que explican todas las actividades y los alimentos adecuados o peligrosos para la salud, además de los parámetros para prolongar la duración de la vida e impedir lo que la acorta.

Sus características exclusivas son:

  • Es una medicina no costosa, sobretodo no tóxica y conectada con la naturaleza.
  • Explica a la persona como una unidad.
  • Los tratamientos se realizan a nivel psicosomático.
  • Su objetivo es “mejor prevenir que curar”.
  • Cuenta con un proceso de purificación y desintoxicación muy potente llamado Panchakarma.

En este sentido, ayurveda, como una potente herramienta holística,  nos ayuda a comprender:

  • Qué somos.
  • Qué cosas necesitamos para mantener lo que somos.
  • Qué cosas desequilibran nuestra naturaleza esencial.

A nivel espiritual, literalmente los textos en śanscrito nos dicen:

“la medicina ayurveda está aconsejada para ayudar a todos quienes desean una vida sana y larga para realizar sus purusharthas”.  Y éstos son:

– Dharma: lo que debe hacer

– Artha:  artículos materiales

– Kama:  satisfacción de deseos sexuales

– Moksha:  elevación del alma para alcanzar y unirse con la gran alma

¿Qué culturas y países la tienen integrada en sus sistemas médicos?

 

Además de India, ayurveda está integrada en el sistema de salud de Malasia, Emiratos Arabes Unidos, Sri Lanka, entre algunos países de esa parte del mundo.

En Europa, en España se la considera como una terapia complementaria, mientras que en Suiza se ha establecido como una formación oficial y desde hace algunos años se la incluye en los seguros médicos.  En Alemania y Austria, la práctica de ayurveda está bastante extendida.

¿Cuáles son las principales herramientas de Ayurveda?

Siendo los síntomas de la menopausia básicamente los derivados del reajuste hormonal (sofocos, cambios de humor, insomnio, irritabilidad, depresión, entre otros), la medicina ayurveda nos puede ayudar a través de dos herramientas.  Los masajes y los remedios herbales.

Masajes

El masaje clásico Abhyanga nos aporta los siguientes beneficios:

  • Equilibra, calma, relaja profundamente el sistema nervioso.
  • Favorece la circulación sanguínea.
  • Facilita la eliminación de toxinas ya que activa la circulación de la linfa.
  • Transporta oxígeno y nutrientes.
  • Nutre los tejidos ayudando a mantener la movilidad de las articulaciones.
  • Relaja los músculos.
  • Nutre profundamente la piel, ayuda a mejorar o eliminar sus problemas (sequedad, eczema, psoriasis, irritaciones). La rejuvenece, le otorga suavidad, lustre, lubricación, flexibilidad.
  • Previene el envejecimiento.
  • Elimina el cansancio.
  • Ideal en caso de insomnio.
  • Fortalece el sistema inmunitario.
  • Restaura el equilibrio energético. Activa el prana.
  • Mejora la digestión.
  • Ayuda a eliminar poco a poco la rigidez corporal.
  • Favorece una mayor conciencia corporal.

 

Otro masaje estupendo para favorecer el equilibrio hormonal es el Turiyabhyanga.

Este es un masaje de cuerpo entero de unción con aceite base de sésamo y coco y aceites esenciales (brahmi, sándalo, rosa, menta, vainilla, salvia, palmarosa), con pases suaves, lentos y envolventes.  Su finalidad es activar los mecanismos homeostáticos del organismo, mediante el efecto sobre las glándulas hipófisis y pineal que se traducen en mayores niveles de melatonina, oxitocina, DMT, folículoestimulantes y luteinizantes.

Aceites procesados con plantas medicinales

Ayurveda cuenta con una maravillosa gama de aceites procesados con hierbas medicinales.  Entre los más aconsejados para la peri-menopausia y menopausia están los siguientes.

Mahanarayan:  dolores musculares, articulares, proporciona elasticidad a músculos y tendones mejorando rigidez e inflamación.  A base principalmente de Shatavari, Ashwagandha, Bala.

Sri Gopal:  piel flácida, arrugas, tendones y articulaciones débiles.  Elaborado en barriles de madera de sándalo rojo con más de 58 plantas medicinales.

Chandanadi:  excelente para tratar afecciones de la piel como urticaria, piel sensible y enrojecida.  Es un aceite a base de sándalo con propiedades refrescantes y calmantes.

Amalaki:  rico en propiedades antioxidantes, excelente para evitar la caída y mantener un cabello lustroso y sano.

Brahmi/Gotu Kola:  nutre, fortalece y añade brillo al cabello y cuero cabelludo. Además relaja y refresca la mente.

 

Remedios Herbales

En cuanto a remedios herbales, los más destacables son los siguientes.

 

Gotu Kola:  equilibra el Kapha (elemento agua) y el Pitta (elemento fuego). Se considera una de las hierbas más espirituales y rejuvenecedoras de Ayurveda y es usada para la meditación. Se dice que desarrolla el chakra corona y que equilibra los hemisferios cerebrales, a lo que la hoja se asemeja. Gotukola se considera “comida para el cerebro”.

Adaptógena (reduce los estados de angustia y sufrimiento).

Calmante (depresión, ansiedad).

Cicatrizante.

Diurética.

Reafirmante de la piel.

Anticelulítica.

Estimuladora del apetito.

Fomenta la neuroplasticidad.

Antiinflamatoria articular.

Mejora la mucosa vaginal.

 

Ashwagandha:  considerada como el “ginseng de la India” es un gran adaptógeno y reconstituyente, aumenta la capacidad de resistencia del organismo frente al estrés. Equilibrador del sistema nervioso, se utiliza para ayudar en situaciones de depresión y ansiedad. Regula el sistema inmunológico.

 

Shatavari:  es la planta ayurvédica más indicada para los trastornos de envejecimiento femenino. Shatavari significa “aquella que tiene 100 hombres a sus pies”. Rejuvenece el sistema reproductor femenino, nutre los óvulos, mejora la libido, calma el dolor menstrual. Incrementa la secreción de leche durante la lactancia y ayuda en las afecciones del tracto urinario. Su uso es especialmente indicado durante todo el climaterio, especialmente en la menopausia.

 

Isabgol-Triphala:  es una mezcla de polvos de tres frutos, haritaki, bibhitaki, amla, combinado con polvo de cascarilla de plantago ovata, muy eficaz para la función del aparato digestivo, artritis por ácido úrico, irritaciones de la piel, y regulador del tránsito intestinal.

Amalaki (vigorizante, afrodisíaco y rejuvenecedor para Pitta)

Bibhitaki (depurativa, rejuvenecedor de Kapha, diurética)

Haritaki (digestiva, depuradora de toxinas)

 

Ashoka (té de hierbas):  es la hierba principal para los problemas de útero, fibrosis de ovarios, menorragia, hemorroides sangrantes y disentería. Ayuda a reducir las caídas de ánimo durante la menopausia.

 

Arthavaprash (mermelada herbal):  es una pasta semisólida compuesta por Emblica officinalis, Asparagus racemosus, Whitania somnífera, Tríbulus  terrestris, Apium graveolens, Cinnamomum zaylanicum, Cúrcuma longa, Foeniculum vulgare, Piper longum, Ghee, Sirope de Palma.

Equilibrio Hormonal femenino.

Dismenorrea.

Amenorrea.

Inapetencia sexual

Ovarios poliquísticos.

Fibrosis.

Flujo vaginal anormal.

Chyawanaprash (mermelada herbal):

Sus componentes y beneficios caben en varias páginas, y aquí solamente hago un resumen.

Chyawanprash es una fórmula Ayurvédica clásica descrita en el «Caraka Samhita», el primer y, por lo tanto, más antiguo tratado de Ayurveda. El Chyawanprash se prepara siguiendo estrictamente una receta Ayurvédica de siglos que contiene ingredientes totalmente frescos y naturales, principalmente a base del fruto Amla (Emblica officinalis), la más rica fuente de Vitamina C. Las hierbas y otros ingredientes ayudan a mantener la salud física y mental, ejerciendo una acción protectora contra los efectos adversos causados por los cambios climáticos y la contaminación en general.

El Chyawanprash se ha considerado como un «rasayana» (agente rejuvenecedor, inmunomodulador y antienvejecimiento) durante siglos. Ha mostrado resultados positivos en la ansiedad, la neurosis y la depresión, además de estimular la inmunidad del cuerpo. Al ser un anabolizante, resulta ideal como tónico. El Chyawanprash es eficaz en las infecciones del tracto respiratorio superior y en la mejora de la digestión. También se utiliza como agente profiláctico y potenciador de la energía sexual.

Así, éstos son algunos de los remedios que más nos pueden beneficiar para reducir los síntomas de esta etapa.  Siempre será aconsejable consultar a un profesional ayurveda para determinar el tratamiento personalizado más adecuado a su caso.

Janeth Solá ayurveda masajes terapias

En mi centro (Janeth Solá ayurveda masajes terapias) en Barcelona, celebro y felicito a cada clienta nueva que viene con la intención de finalmente empezar a cuidarse.  Le digo que es el Autoregalo más maravilloso que se puede ofrecer, y el homenaje más elevado para su preciado templo del alma.

Como dice uno de mis maestros de masaje:  “la experiencia del masaje es el universo entero experimentando el placer de tocar”.

El tratamiento hormonal sustitutivo: falsos mitos y verdades

Hemos conversado con el Dr. Pascual García Alfaro, Jefe de la Unidad de Menopausia del centro Dexeus Mujer, sobre el Tratamiento Hormonal Sustitutivo, para que nos ayude a exponer falsos mitos y verdades. Espero que este texto te ayude en la búsqueda de tu bien y que decidas lo que decidas, lo hagas con la máxima información veraz y contrastada posible.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

Conocí al Dr. Pascual García Alfaro cuando ya tenía mi libro casi terminado. Me enteré de que daba una charla sobre menopausia y me inscribí. Andaba de la mano de mi menopausia precoz (fallo ovárico prematuro) desde hacía apenas 1 año, rechazaba el tratamiento hormonal sustitutivo y había logrado estabilizar mis emociones con cimicífuga e hipérico, siguiendo la pauta de mi endocrinóloga. Me sentía mejor. Y aparentemente, todo estaba bien. Hasta que le escuché hablar. Salí de la charla con tanta información científica y opciones de tratamientos que llegué a mi casa no solamente a redefinir varios párrafos de mi libro sino también de mi vida. Recuerdo que lloré. Pues sentí que quizás había estado perdiendo el tiempo, que quizás no había escogido bien, que la vía para tratar mis síntomas debía de ser otra. Y me preocupaba desconocer si podría ser demasiado tarde para recuperar mi escudo hormonal mediante medicamentos de síntesis.

Las investigaciones sobre la menopausia y los tratamientos para aliviar los síntomas que se producen en dicha etapa son diversos y el tratamiento hormonal sustitutivo, es foco de discusión y análisis, centrando gran parte de los estudios.

Dr. Pascual García Alfaro, Jefe de la Unidad de Menopausia del centro Dexeus Mujer

Muchas mujeres temen usar el tratamiento hormonal sustitutivo por miedo a padecer cáncer de mama a raíz de la publicación del artículo La verdad sobre las hormonas de la revista Time en el año 2002. De modo que el tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia es fuente de controversia a pesar de existir estudios relevantes que demuestran que el tratamiento hormonal con estrógenos reduce sustancialmente el riesgo cardiovascular, mejora la salud ósea y disminuye el riesgo de cáncer de colon.

Un estudio reciente realizado por Marko et al. (1) concluye que unos resultados clínicos tan relevantes no parecen ayudar a cambiar la percepción de riesgo que las mujeres tienen hacia el tratamiento hormonal, del mismo modo ocurre a nivel prescriptivo, persistiendo el rechazo que dicho tratamiento produce en una parte de la comunidad médica.

 

¿Dr. García Alfaro, por qué tiene el Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS) tantos detractores?

A raíz de las publicaciones donde se relacionaba el uso del tratamiento hormonal con el incremento del riesgo del cáncer de mama, este tratamiento se ha demonizado, generando grandes miedos a las usuarias y a muchos profesionales de la salud.

 

¿Qué contaba el artículo de la Revista Time, publicado en el 2002?

La revista alertó de los riesgos del uso de tratamientos hormonales para la menopausia al enterarse de los resultados del estudio Women’s Health Initiative (WHI) publicados en 2002 en la revista científica JAMA.

 

¿Cuál era la muestra en y qué investigaba dicho estudio?

El estudio Women’s Health Initiative (WHI), se diseñó en Estados Unidos en la década de los 90 con el objetivo de valorar si el tratamiento hormonal podría prevenir la enfermedad cardiovascular. Incluyó a más de 27.000 mujeres postmenopáusicas con edades comprendidas entre 50 y 79 años. Había dos grupos de mujeres, un grupo de mujeres que tenían útero y otro que estaban histerectomizadas (no tenían útero). Dentro de cada grupo, unas participantes recibieron tratamiento y otras recibieron placebo. A las mujeres con útero se les pautó una combinación hormonal de estrógenos más gestágenos y a las mujeres sin útero se les pautó solo estrógenos.

El estudio se suspendió en el grupo de mujeres que realizaban tratamiento con la combinación hormonal tras un seguimiento de 5 años, al observarse un incremento del riesgo de cáncer de mama (8 casos más de cáncer de mama por cada 10.000 mujeres/año) y un incremento del riesgo de enfermedad coronaria  (7 casos más por cada 10.000 mujeres/año). El estudio del grupo de mujeres que realizaban tratamiento solo con estrógenos, se suspendió 2 años después y se observó que no había un incremento en el riesgo de cáncer de mama en este grupo de mujeres.

 

¿Ha habido estudios posteriores? ¿Qué concluyen dichos estudios?

Sí, en el 2006 se publicó un estudio que observó que las mujeres que iniciaron el tratamiento hormonal cerca de la menopausia, presentaban un riesgo significativamente menor de padecer enfermedad cardiovascular respecto a aquellas mujeres que no lo iniciaron.

En el 2007 y el 2013 se publicaron 2 estudios franceses donde se observó que el uso de tratamiento combinado con progesterona micronizada, tenía menor riesgo de cáncer de mama que cuando se utilizaban gestágenos sintéticos.

En el 2011 se publicó el resultado del estudio de seguimiento de mujeres con histerectomía a las cuales les habían realizado tratamiento con estrógenos solos y se observó que no había incremento en el riesgo de cáncer de mama en el grupo de mujeres que habían realizado el tratamiento hormonal.

En el 2015 en una revisión Cochrane se llegó a la conclusión que en mujeres que iniciaban el tratamiento hormonal en los 10 primeros años de menopausia tenían una reducción de la enfermedad coronaria.

 

Recientemente se ha publicado un artículo que ha causado bastante revuelo y difusión en los medios, alarmando a muchas mujeres, alertando nuevamente sobre el riesgo de padecer cáncer de mama. ¿En qué se basa este nuevo artículo?

El artículo, títulado Hormonas menopáusicas: evidencia definitiva de cáncer de mama, fue publicado en la revista Lancet en Agosto del 2019. Dicho artículo informaba sobre la combinación de datos de 58 estudios para valorar el riesgo de cáncer de mama en mujeres que habían utilizado el tratamiento hormonal y también en las que nunca lo habían utilizado. De modo que la incidencia estimada del cáncer de mama fue del 6,3% para las mujeres que nunca usaron tratamiento hormonal versus un 8.3% de incidencia en las mujeres que realizaron tratamiento hormonal combinado durante 5 años.

Los propios autores hacen referencia a que la complejidad del diseño del estudio hace que sea difícil evaluar los resultados. Llama la atención que en las mujeres obesas (IMC>30), la incidencia de cáncer de mama era superior que en las mujeres que habían utilizado tratamiento hormonal.

 

¿Qué relación hay entre el Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS) y cáncer de mama?

Como hemos comentado el uso de tratamiento hormonal está asociado a un amento del riesgo de padecer un cáncer de mama, pero sabemos que este riesgo está más relacionado en función del tipo de tratamiento utilizado, la dosis, tiempo de uso, etc.

 

Hemos estado hablando de los estudios que se centran en las desventajas ¿Cuáles son las ventajas del THS?

La terapia hormonal es el tratamiento más eficaz para el alivio de la sintomatología vasomotora (sofocos, sudoración, irritabilidad), mejora la calidad de vida de las usuarias y tiene efecto protector en la pérdida de masa ósea, disminuyendo el riesgo de fracturas. Además ha demostrado una disminución en el riesgo de padecer diabetes y disminución del riesgo de cáncer de colon.

 

¿En qué casos está indicado el THS?

La indicación principal sería el tratamiento de la sintomatología vasomotora y también estaría recomendado en aquellas mujeres que presenten una menopausia prematura (Insuficiencia ovárica primaria y menopausia temprana).

 

¿En qué casos no está indicado el THS?

En mujeres que han padecido un cáncer hormonodependiente (mama y endometrio); cuando exista un sangrado vaginal anormal de origen desconocido, en casos de enfermedad hepática activa y antecedentes de tromboembolismo.

 

¿Qué opciones tienen las supervivientes de cáncer de mama?

Las mujeres que han padecido un cáncer de mama, tienen contraindicado el tratamiento hormonal para el alivio de la sintomatología vasomotora por lo que debemos buscar otras alternativas para mejorar la sintomatología de estas mujeres.

Como primera medida, recomendaremos hábitos de vida saludables. Cuando existe sobrepeso, la disminución del peso corporal ayuda a mejorar los sofocos, asimismo el ejercicio regular también podría ayudar. Recomendar dejar de fumar en el caso de mujeres fumadoras, disminuye los sofocos y no abusar del alcohol  ya que aumenta la temperatura corporal, empeorando los sofocos.

También podríamos ofrecer alternativas médicas con fitoterapia, algún antidepresivo o con acupuntura.

Cuando la paciente presente sequedad y molestias vaginales, podríamos ofrecerles preparados locales con efecto lubricante o hidratante.

 

¿Qué son las hormonas bioidénticas y qué avance han supuesto?

Actualmente existe un terapia hormonal alternativa (mal llamada bioidéntica) que no dispone de suficiente  evidencia científica que apoye su eficacia y seguridad.

Respecto a los avances en el uso de tratamiento hormonal, los datos que se disponen de diversos estudios, consideran que el uso de preparados de estradiol transdérmico y progesterona natural es la alternativa más segura.

 

¿Desde la última regla, cuánto tiempo puede pasar hasta que una mujer decida tomar THS? ¿Puede ser contraproducente que la mujer demore el momento de inicio del THS?

Existen evidencias científicas sobre la mejor relación beneficio/riesgo cuando se utiliza el tratamiento hormonal y sería cuando se inicia en mujeres menores de 60 años o cuando no han pasado más de 10 años desde la menopausia, siempre y cuando no exista una contraindicación.

 

  1. Marko KI, Simon JA. Clinical trials in menopause. Menopause. 2018 Feb;25(2):217-230

 

Fases y síntomas del climaterio

Hoy quiero hablarte sobre las primeras definiciones. Para que guardes este artículo cuando tengas dudas sobre las fases, los tempos y los síntomas. El tono es un poco científico, quizás menos desenfadado que otras veces, pero siento que tiene que ser así. He preparado dos esquemas para ti, espero que te ayuden a entender el proceso por el que estás pasando y a ubicarte en el tiempo. A mí me hubiera gustado tenerlos.

¡Tengo uno parecido para los hombres, ellos viven la andropausia. Pero ese, te lo compartiré otro día!

 

¿Qué es la menopausia?

La menopausia es una etapa más en la vida de la mujer que supone el cese definitivo de la menstruación de forma natural. Se manifiesta con diversos síntomas que varían según cada mujer, teniendo en común la predisposición a sufrir determinadas enfermedades.

La menopausia es el cese definitivo de la menstruación de forma natural. Es una medida retrospectiva valorada tras 12 meses consecutivos de amenorrea. Durante una conferencia en el Instituto Dexeus Mujer de Barcelona, me informaron que se estima que, en España, hay 4.000.000 de mujeres en situación de menopausia, contando entre 47-59 años. De estas, la mitad tienen síntomas y consultan 900.000, tratándose unas 190.000. El resto, recurre a medidas alternativas, medicina complementaria o simplemente no se trata la sintomatología.

sofocos menopausia

Según el Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida de las mujeres en España entre 1994 y 2016 pasó de 81,6 a 85,9 años mientras que la edad de presentación de la menopausia está entre los 45 y 55 años, con una media en torno a los 51 años. Las investigaciones sobre la menopausia y los tratamientos para aliviar los síntomas que se producen en dicha etapa son diversos y el tratamiento hormonal sustitutivo, es foco de discusión y análisis, centrando gran parte de los estudios. Sé que te interesa y te hablaré sobre este tema en otro artículo.

¿Cuáles son las fases de la menopausia?

Existen 4 fases en la menopausia que comprenden el periodo antes y después de la desaparición del ciclo menstrual:

1- Climaterio: periodo de la vida de la mujer que se extiende desde 2-8 años antes de la menopausia hasta 2-6 años después de la última menstruación. Son los años previos a la pérdida de la función reproductiva.

2- Perimenopausia: es un periodo amplio, considerado una fase de transición hacia la menopausia. Empieza a partir de los 40 años y dura justo hasta el día en que se cumple un año sin menstruación. Dicha fase se caracteriza por la disminución de la dotación folicular y como consecuencia disminuye la producción hormonal y la fertilidad, dando lugar a la perimenopausia.

3- Postmenopausia: fase que comprende desde el último día de haber tenido la menstruación hasta el envejecimiento. En dicha etapa se diferencian dos fases:

  1. Postmenopausia temprana: los 10 años posteriores al diagnóstico clínico.
  2. Postmenopausiatardía:los 10 años siguientes.

El cambio hormonal que tiene lugar en la menopausia, en algunas ocasiones se produce antes de los 40 años y se conoce como insuficiencia ovárica primaria o fallo ovárico prematuro, conocido también como menopausia prematura. Un estudio reciente, concluye que la privación prolongada de estrógenos se asocia con un aumento en el riesgo estimado de enfermedad cardiovascular (RCV).

¿Qué síntomas se presentan en cada fase?

El tránsito hormonal en la menopausia presenta síntomas diversos en cada fase, los cuales varían en cada mujer.

  1. En la fase de la perimenopausia: ocasiona muchos trastornos que no suelen identificarse con el cambio hormonal, por ejemplo: insomnio, ansiedad, ciclos menstruales irregulares, incremento de la sudoración, cefaleas, vértigo, atrofia vaginal, falta de concentración, depresión o irritabilidad.
  2. En la fase de la postmenopausia:
  • 1-  A corto plazo, se presenta el Síndrome Climatérico, cuyos síntomas son 
múltiples: sofocos, incremento de la sudoración, cefaleas, vértigo, falta de 
concentración, cambios de humor, depresión o irritabilidad.
  • 2-  A medio plazo, se presenta el Síndrome Genitourinario de la menopausia, el cual se caracteriza por un deterioro a nivel de vejiga, uretra y vagina que ocasiona síntomas genitales como son: escozor, picor, debilidad del suelo pélvico y propensión a infecciones urinarias. Además, produce alteraciones cutáneas acelerándose el deterioro progresivo que genera el propio envejecimiento a nivel de dermis y epidermis debido a una disminución de la producción del colágeno, dando lugar a una pérdida de elasticidad y aparición de arrugas.
  • 3- A largo plazo, genera osteoporosis y un aumento del riesgo cardiovascular. La osteoporosis es una disminución de la masa ósea, a nivel de calidad como en cantidad, predisponiendo al aumento de riesgo de fracturas, mientras que las enfermedades cardiovasculares son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos. Estas, son actualmente la causa más frecuente de muerte en los países industrializados, representando un 31 % de los casos de mortalidad mundial, tanto en hombres como en mujeres.
 las fases y síntomas de la menopausia:

 

Fases y síntomas del climaterio 2

 

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

Los cambios psicológicos en la menopausia: la introspección.

¿Por qué nos da tanto miedo afrontar la necesidad de introspección en la menopausia?

¿Por qué lo vemos como algo negativo en lugar de entenderlo como el paso previo a algo nuevo?

Un día de agosto, durante una firma de libros de Mi amiga Meno y yo, en una librería emblemática e histórica que tuvo que cerrar por falta de lectores, se me acercó una mujer exuberante. Con muchas curvas y un vestido negro que parecía fresco y se le ceñía al cuerpo justo allí donde debía. Llevaba el pelo rubio teñido, tenía los ojos verdes y respiraba un aire de gitana sin oros. Era elegante y dulce en su modo de hacer.

 

Me contó que ella no había recibido aún a Meno, a la menopausia pero que era muy consciente de que su amiga Peri Meno (Perimenopausia) le rondaba desde hacía tiempo. Una de las cosas que le estaba sucediendo era que llevaba una temporada larga peleándose con sus amigas. Le costaba aceptar ciertos comportamientos que antes le resultaban normales. Le dije que los cambios en el modo de pensar y en las relaciones eran algo muy normal en la menopausia y perimenopausia. Que los cambios psicológicos ligados a los cambios hormonales y a la disminución de estrógenos son tan importantes en la mujer, que esta puede llegar a dar vuelcos decisivos en su vida.

Me gusta pensar que cuando una mujer en menopausia logra realizar estos cambios es porque, en la búsqueda de su bien, está logrando alinear su esencia con su vida. A veces se trata simplemente de hacer coincidir conceptos que parecen muy similares, tales como: el “y tú qué haces” versus el “y tú a qué te dedicas”. Otras veces, se trata de mostrar quien eres mediante tu comportamiento, pues tus acciones mostrarán más de lo que piensas que tus palabras. Parece sencillo. Y en realidad es una gran oportunidad de ser honesta contigo misma, que implica algo de introspección antes de llegar a alcanzar el crecimiento personal que la menopausia te brinda.

Esa mujer que conocí en la librería, estaba muy preocupada porque además de estarse quedando con cada vez menos amigas, ahora necesitaba pasar mucho tiempo a solas. Cosa que nunca antes le había sucedido. Le dije que sus órganos estaban cambiando por dentro, sus ovarios, su útero, su matriz, sus venas, sus arterias, sus huesos e incluso su cerebro. Le conté que tenía muchísimo sentido que las cosas ya no le encajaran como antes. Que ese proceso interno no era ninguna tontería, que fisiológicamente, realmente ocurría. Y entonces, le planteé lo siguiente:

  • ¿Imaginarías a una serpiente mudando su piel en medio de un prado a la vista de todos los depredadores, así, en ese momento tan vulnerable?

Dijo que no, que no lo imaginaba.

  • Pues claro, la serpiente lo hará en su cueva, escondida y a salvo. Vulnerable, pero jamás tonta.

Cuando hablo con mujeres, descubro que muchas no quieren saber absolutamente nada sobre menopausia. Algunas son tan orgullosas que no quieren entender que Meno es mucho más que sofocos. Otras me escuchan con atención y hacen grandes descubrimientos como este, que sucedió en una presentación de mi libro que hice en un lugar de la provincia de Huesca, España:

Dos mujeres del pueblo me explicaron que habían dejado de tratarse durante un tiempo porque ambas no se soportaban. Que fue de repente, fruto de algunas conversaciones subidas de tono que no les representaban. Una de ellas me explicó después de la charla que creía no haber sentido ningún cambio durante su menopausia, hace ya algunos años, pero que al escuchar mi conferencia, había entendido el porqué de su necesidad de darse espacio en la relación con su vecina y amiga del pueblo. Reconoció también, que quizás su Amiga Meno había sido un poco arisca y solitaria durante un tiempo.

Me emocioné al oír como se sinceraba con su vecina diciéndole:

  • Oye, pues quizás sí que me pasó algo con mi cambio hormonal y por eso fui tan antipática contigo.

 

Eso fue muy bonito.

Las conversaciones con vosotras me hacen vibrar, ponen en la misma línea lo que hago y lo que pienso. A pesar de llevar ya 6 años con mi menopausia precoz, todavía siento que algo sigue adaptándose en mi interior. Y vosotras también formáis parte de mi cambio.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

 

Conceptos básicos sobre la menopausia: Como vivir una menopausia sana y feliz

Escribí este artículo para la revista Objetivo Bienestar hace algunos meses y quiero recuperarlo para ti. Estás buscando información sobre la menopausia y has llegado hasta aquí, así que toma este lugar como tu espacio personal. Desarrollaré cada uno de los temas poco a poco, en próximos artículos, aquí en mi blog.

menopausia sana y feliz

¿Qué es la menopausia?

Es una etapa más en la vida de la mujer, un proceso natural. La edad media en España está entorno a los 50 años. Algunas mujeres no tienen síntomas y la viven casi sin enterarse. Otras, la sufren a niveles incómodos, a veces casi invalidantes. Más allá de los sofocos y de que las mujeres cambiamos físicamente, lo cierto es que no nos cuentan nada sobre la menopausia. Los síntomas descritos médicamente incluyen: sofocos, ansiedad, falta de concentración, cambios de estado de ánimo, depresión, cefaleas, vértigo, atrofia vaginal y cansancio. Todos ellos, no son más que el resultado de una caída de hormonas, un proceso natural mediante el cual los órganos reproductivos femeninos, los ovarios, cesan en su producción de hormonas sexuales femeninas, los estrógenos.

Estrictamente, la menopausia tiene su inicio a partir del primer año de amenorrea (falta de menstruación).  Ya en la perimenopausia, los años previos, pueden presentarse una serie de cambios físicos (cese de la menstruación, sofocos, sequedad de mucosas, aumento de peso, insomnio), psicológicos (ansiedad, depresión, inestabilidad emocional, anhedonia, etc.) y la posible aparición de enfermedades crónicas.

Los cambios que se producen en esta etapa se deben a la reducción drástica de la producción de hormonas sexuales, afectando a las múltiples y diversas funciones en el organismo, como por ejemplo: protección cardiovascular, regulación del sistema inmunitario y mejoría de parámetros metabólicos.

¿Todas las mujeres sufren los mismos síntomas?

No, cada menopausia es diferente. Algunas mujeres no tienen síntomas y la viven casi sin enterarse. Otras, la sufren a niveles incómodos, a veces casi invalidantes. En mi libro Mi amiga Meno y yo. Consejos desinhibidos para una menopausia en toda regla cuento como, el hecho de que la menopausia se manifieste de distinta manera en cada mujer se debe a que, a veces, hay problemas latentes gestándose en el organismo, esperando a salir como culebritas en verano, pero que el soporte hormonal no se lo permite y que un cambio brusco hace que estas salgan a la luz. Por ejemplo, hay algunas mujeres que desarrollan hipotiroidismo al dejar los anticonceptivos; otras, después del parto, y otras, al entrar en menopausia. No es que no tuvieran hipotiroidismo antes, sino que ese cambio hormonal lo facilita. Lo desenmascara.

¿Qué enfermedades pueden aparecer en la menopausia?

Aunque no todas las mujeres vivan la menopausia del mismo modo ni con la misma intensidad, todas tienen en común la predisposición a sufrir determinadas enfermedades.

Los estrógenos ejercen una función protectora del organismo, como por ejemplo: protección cardiovascular, regulación del sistema inmunitario y mejoría de parámetros metabólicos. Cuando estos van desapareciendo, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y diabetes aumenta. Y esto aplica para todas las mujeres (con síntomas o sin ellos). Es importante llegar a la menopausia fuerte, física y mentalmente.

¿Cómo asegurarse una buena calidad de vida durante y después de la menopausia?

Esto va de sentirse bien y de garantizarse una buena calidad de vida para una vida larga. Por ello, es importante pactar con los médicos y dejarse asesorar en la elección del tratamiento más adecuado para cada mujer. No es necesario sufrir los síntomas, porque hay soluciones.

La alimentación y la actividad física son de vital importancia. Una buena salud ósea y cardiovascular no se construye de un día para otro. Así que la prevención es necesaria y es el equilibrio de una vida. No hay que esperar a tener un diagnóstico de menopausia para empezar a cuidarse. Las células tienen memoria y hay que darles recuerdos bonitos.

La dieta es esencial, independientemente del tratamiento que cada mujer pacte con su ginecóloga. Y a nivel psicológico, hay estudios que demuestran que la terapia puede aliviar los sofocos y problemas psicosexuales que no llegan a aliviarse por completo con otros tratamientos. Y también todas aquellas terapias que impliquen el control de la respiración como son el yoga, la meditación o el mindfulness.

Preparando tu cuerpo, llegando fuerte física y mentalmente a esta etapa, todo cobrará otra dimensión.

 

¿Cómo alimentarse en la menopausia?

Tanto en la perimenopausia (los años previos a la desaparición de la regla) como en la menopausia la dieta es de vital importancia. No hay dietas milagrosas. Una dieta antiinflamatoria es lo que va a necesitar el cuerpo: reduciendo el consumo de alcohol, salsas, azúcares y lácteos. Tomando más agua, probando a hidratarse con infusiones relajantes y que ayuden a la retención de líquidos. Comiendo verduras, pescados azules pequeños, reduciendo la ingesta de carbohidratos y suprimiendo los alimentos procesados. Conviene añadir a la dieta algunas proteínas con bajo valor biológico: legumbres (lentejas, garbanzos y judías), cereales integrales y frutos secos (almendras, nueces). Es tan importante el calcio que ingerimos como permitir que este sea absorbido por el organismo. Las proteínas de origen animal acidifican la sangre y en exceso, hacen trabajar el riñón y el hígado. Para que nuestro organismo absorba bien el calcio y otros minerales, conviene ingerir mayoritariamente alimentos que alcalinicen como, por ejemplo, la mayoría de las frutas, las verduras, las hortalizas, las hierbas, las semillas y los frutos secos.

Y recuerda, que no es lo mismo alimentarse que nutrirse. Engullir de pie tu plato preferido no puede aportar el mismo placer que hacerlo sentada en una mesa bonita, con tiempo y con gente querida. Es importante nutrirse de placeres, creando un ritual de alimentación propio, aunque tengamos que llevar un táper a la oficina.

 

¿El entorno puede ayudarte a vivir una menopausia feliz?

¡Por supuesto! El entorno social es como la mesa bien servida. Si es bonita, todo es mejor. Si además está llena de alimentos como en un bufet libre, está llena de oportunidades. Como no siempre es así y lo normal es que alguna pata falle, hay que apuntalar esa mesa. Y esa parte es responsabilidad de cada mujer. Buscar, identificar, elegir. Cuando una mujer es capaz de abrazar la menopausia como una oportunidad de crecimiento personal, acompañándose en los cambios físicos y psicológicos, viviendo a un nuevo ritmo que ya no está regulado por su ciclo hormonal, es como renovarse y empezar a vivir en una nueva piel, en extrema libertad.

¿La menopausia, implica cambios psicológicos?

¡Absolutamente! Cambia el cuerpo y también lo hace la mente. Cambian las prioridades, las necesidades, las relaciones, las cosas que nos preocupan e incluso la medida del tiempo. Me fascina la capacidad de adaptación del cuerpo y la mente humanas. Pues así como el cuerpo se prepara para ser madre, también lo hace para dejar de serlo. Permitir que la mente también lo haga progresivamente se me hace sin duda alguna imprescindible. Es una preparación, bien sea fruto de una decisión consciente (médica o personal) o de un proceso que te conduzca a asimilarlo inconscientemente.

Pueden incluso cambiar las relaciones con los hombres. Visto desde un punto de vista instintivo y animal, tiene sentido que cuando la vida pone fin a la capacidad de crear vida de modo natural, las mujeres dejemos de ver al hombre como el futuro padre de nuestros hijos. Aunque el deseo hacia el no desaparezca, el patrón de relación cambia.

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.