Sexualidad en la menopausia

Mi amiga Manuela está desesperada porque hace dos meses que compró su Satisfyer, el succionador de clítoris, por internet y todavía no le ha llegado. Cuando revisa el estado de su pedido, el proveedor le dice que está parado en la aduana desde hace más de cuatro semanas y ella se imagina, como poco, a unos cuantos agentes aduaneros desmontando y probando su ansiada nueva prenda de fondo de armario.

Manuela se separó de su marido hace unos meses. Ya no se entendían en nada y mucho menos en la cama. Así que, a partir de ahí, todo bien. Aunque ella todavía no se lo crea.

Se siente tan eufórica que no ha podido esperar a que su Satisfyer haya salido de la aduana y ha decidido entrar en una tienda a explorar otras formas, colores y opciones. También se ha creado una cuenta en una red social para conocer a otras personas. Es un mundo nuevo para ella y todavía no tiene ni idea del poder que se acaba de otorgar a sí misma activando su energía sexual. Comprarse un consolador y atreverse a probar el sexo con alguien nuevo después de tantos años ha sido el mayor acto de autoconocimiento que Manuela haya hecho jamás.

Y está a punto de saber que no hay vuelta atrás.

De hecho, antes de jugar con ella misma, pasó casi una década pensando que ya no tenía libido, cuando lo que en realidad lo que había perdido era la alegría de vivir. Desde que cumplió los 42 años, creyó que ya no volvería a ser la misma, que la perimenopausia estaba afectando a su actividad sexual, que todo era culpa suya, que sus hormonas lo manejaban todo y que ya no disfrutaría nunca más. Estaba muy equivocada.

Lo que nunca pensó fue que:

1- Los pensamientos pueden alterar el mecanismo de activación del deseo sexual.

Más allá de la falta de estrógenos, la actitud que una mujer tome ante la sexualidad, la idea del envejecimiento, su propósito de vida y alegría de vivir pueden condicionar la excitación y el deseo mucho más que el cambio hormonal en la perimenopausia y menopausia. Quizás estés llamando falta de libido a un periodo en el cual quieres destinar tu energía a otras cosas tales como; cuidarte, quererte, amarte, darte placer, crear, descansar, embellecerte, cultivarte o crecerte.

2- La pareja (si la tiene) juega un papel muy importante en la sexualidad en la menopausia.

O, dicho de otra manera: la pareja debe de entender de qué manera te excitas y cómo quieres disfrutar sexualmente. Y eso, debes de ser capaz de explicárselo. Y si no lo entiende, quizás debas replantearte si esa es la pareja con la que quieres estar.

Si bien es cierto que la sexualidad cambia en la menopausia, el deseo no desaparece y es básico que sientas la libertad de expresarle a tu pareja la forma como quieres mantener relaciones sexuales. De modo que el disfrute sea de ambos. Además de dar placer, también quieres recibirlo. Estoy segura de ello.

Hazte a ti misma las siguientes preguntas:

  • ¿Te excitas cuando piensas en tu pareja?
  • ¿Te excitas cuando piensas en otra persona que no es tu pareja?

Y te dejo a ti que saques tus propias conclusiones en relación a tu libido, a tu deseo sexual y a la culpa que le echas a la falta de hormonas…

3- Si te duele, busca solución.

No estás enferma, ni atrofiada, ni fuera del mercado. Estás pasando un proceso natural que también les sucede a los hombres. Deja de pensar que ya no sirves, o que no eres deseable o que ya nunca más podrás disfrutar del sexo.

Es cierto, a partir de la menopausia se produce un deterioro progresivo de los tejidos, sequedad de mucosas y por ello menos lubricación vaginal y deterioro del suelo pélvico. Que ello se debe al cambio hormonal, es cierto. Que algunos medicamentos tales como el uso prolongado de antidepresivos no favorecen a la salud vaginal y del suelo pélvico, también.

Y que todo ello tiene solución, también.

Aquí van algunas propuestas:
  • Uso de lubricantes a base de aceites esenciales.
  • Tratamientos con láser. Contáctame si quieres más información, trabajo con profesionales pioneras en el tema. Y te aseguro que es un gran mundo que puede cambiar el tuyo.
  • Tratamiento hormonal local
  • Tratamiento hormonal sustitutivo
  • Juegos preliminares, intimidad.

Mi amiga Manuela disfruta del sexo nuevamente. Se ha retocado la vagina con láser y otras soluciones que no me ha querido detallar, sabiendo que su Satisfyer le aportará mucho gozo cuando sea liberado de la aduana. Y, mientras eso no ocurre, goza con otro aparato y con otra pareja, que le prepara unas cenas tan exquisitas, románticas y sensuales que cuando llegan a la cama ella se sorprende de lo lubricada que está.

Manuela ha descubierto, al fin, que la falta de libido en la menopausia, no era ni tan falta, ni tan menopáusica. ¡Bien por Manuela!

Y quisiera decirte a ti otra cosa más: si nadie más en tu círculo de familiares o amigos te lo dice hoy, eres preciosa, inteligente y sabia. Que estás en un proceso maravilloso, quizás incómodo o doloroso, pero te aseguro que vas a alcanzar más poder del que imaginas. Espero que este mes sea todo lo que quieres que sea.

¿Vamos juntas a por tu poder?
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